Estar a favor o en contra del matrimonio igualitario ha sido
un tema muy recurrente en las conversaciones de muchos peruanos en los últimos
meses. Un gran debate se discute en todo el país: “los que apoyan al amor”
contra los “homofóbicos”. Pero porque siempre son esos mismos bandos, acaso son
esas las únicas posiciones que podemos adoptar?. En esta oportunidad quisiera
hablar solo un poco sobre una tercera posición, la cual si está a favor del
matrimonio igualitario como ya debieron sospechar al leer el título.
Si por un momento quitamos de lado los derechos de las
personas a amar y los dogmas religiosos, nos quedamos con una tercera parte muy
importante que la mayoría de gente no toma en cuenta, si bien es cierto que las
personas velan por su propio beneficio, también deberíamos pensar de manera
colectiva, a manera de sociedad. Y si, tienen razón si pensaron que el estado
es el que vela por nosotros como sociedad, nosotros como país, pero en nuestro
país, un país católico, el congreso prácticamente nos hace pensar que está en
las manos de la iglesia cuando no debería ser así. La iglesia (sea la religión
que sea) tiene todo el derecho de seguir sus costumbres, sus líderes tienen
toda la libertad y derecho de hablar por su institución y comentar lo que crean
correcto para su iglesia, y si bien nuestro país es católico, tienen que darse
cuenta que no todo el país, si hablamos por personas individuales, es católico.
El estado, creo yo, debería estudiar este tema dejando a la religión de lado y
poniendo sobre todas las cosas el beneficio del país.
Ahora, ¿Como el hecho de que el Perú legalice el matrimonio
igualitario lo beneficiaria? Bueno primero tenemos que cambiar nuestro chip por
un momento y ver a nuestro país tal y como es ahora, y ahora mismo el Perú es
un país con muchísimos defectos e irregularidades, por ejemplo somos un país
increíblemente racista ya sea por nivel socioeconómico u opción sexual, por
otro lado las instituciones son completamente inestables, flojas y sin
intención de un verdadero progreso colectivo, pero claro, como creen que un
país podría llegar al éxito si su sociedad está dividida, y no solo por
pensamientos, sino que el estado de una u otra forma apoya a un bando y deja
sin derechos ni beneficios al otro.
Entonces la aceptación de la unión civil no es la solución a
nuestros problemas, pero creo yo que si sería un gran paso del Perú hacia el
cambio, hacia un buen cambio.
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